Un lugar encantado donde ellos nunca puedan llegar o donde transiten eternamente sin darse cuenta.

La vida silabeando.

-Exactamente, ¿Cuándo perdiste la cabeza? - Mmm, hace 3 meses. Una mañana me levante casado con una piña....¡Un espanto de piña! Ah.... pero yo la quería.



lunes, 22 de noviembre de 2010

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No siempre salen las cosas como uno quiere. Pero si como deben.

domingo, 10 de octubre de 2010

Salió el sol.

Llevo tanto tiempo en esto, jugando contigo, conmigo y con los dos a la vez, que ya no sé ni lo que quiero. No sé si estoy buscando tu felicidad, la mía, o simplemente estoy viendo a ver cuanto aguantamos el uno sin el otro. Ignoro si debería hacer oídos sordos a todas las cosas que me dices. Si quiero ser cada bocanada de aire fresco que des, o la persona más odiosa de tu existencia. Si quiero verte, o irme lejos de todo lo que me recuerde a ti. Si sigues siendo alguien importante e irremplazable en mi vida, o tan solo un pasado que se niega a abandonar el presente. No quiero que me quieras, quizas lo que busco, es volver a ser aquella chica especial. Es más puede que sea solo eso. Que me duela que me quites de enmedio y que realmente, lo que sentíamos el uno por el otro se apagará hace tiempo.

sábado, 2 de octubre de 2010

Tu y yo.

Seguimos siendo dos locos solitarios que viven de los reecuentros de la vida.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Yo te.. a ti, ¿te quiero?


¡NO! Claro que no te quiero, no te quiero para nada.
Lee de nuevo -te quiero-, y eso ¿qué coño es? ¿qué significa? ¿QUÉ TE DICE?
Porque a mi no me dice nada, absolutamente nada. Y perdóname, pero no, lo que siento por ti no lo voy a concentrar en dos palabras de mierda. Dos palabras de mierda que no expresan. Es más, la gente las repite una y otra vez. Enjaulan todos sus sentimientos hacia una persona en un -te quiero- y lo ofrecen sin más, sin pensar. -Te quieros- baratos e interesados que realmente no valen nada. Fáciles de conseguir, de perder, de regalar y de decir.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mio,mio,mio.


Si lo sé, lo sé. Se que no le importo ni me quiere tanto como me gustaría.
Que los hay con mas luces, más guapos, más altos..
Se que podría parecerse más a mi, o menos. Que no me escribe las mejores canciones, ni me hace los mejores dibujos. Que se olvida de todos mis cumpleaños. Lo sé... tambien sé que no es el más divertido, ni el que me hace sentir mejor. Vale que puede que no sepa cogerme de la mano, que haga siempre lo que quiera sin pensar en los demás.
Puede que no sepa cuantas noches me deja sin dormir por sus tonterias.
Puede que sepa que el no es nadie para mí y que es un gilipollas..
Pero es que.. ¡Joder! Es mi gilipollas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Amistad?


En mi mente la amistad es como el edén, paraiso personal de buena gente, reservo los mejores sitios para los que lo merecen realmente.
No hay preferencias. Ni adanes, ni evas.
Perdono dos putadas a la tercera, adios muy buenas.
No es como el cielo, puesto que existe el pecado, mis vicios no se cuentan con los dedos de las manos. Aqui no habitan angeles, ni mucho menos, más bien diablillos de los buenos, personas a las que quiero.
Tampoco es el infierno ¿vale? pero caminas por fuego, un paso en falso y olvidate de dormir tranquilo, un ojo abierto siempre es necesario cuando se juega conmigo.
No utilizo la palabra -imposible- frente a un amigo, por la amistad me vuelco y si tropiezo, me levanto y sigo. Es cierto, algunos terminan siendo baches en el camino.
Y llamame extremista pero yo o te quiero o no te aguanto, no práctico el punto medio de "persona para un rato". Te lo digo desde la experiencia, hay de gilipollas que te harán perder la paciencia.. ¡ay!
Hoy vivo por y para lo que me hace sentir bien, no me complico y disfruto lo que me enciende el alma, ¿qué me engañas? coge puerta y pa tu casa, guarra. ¿Qué me mientes? En este paraiso no hay sitio para serpientes, que esas muerden y del veneno es dificil desprenderte.
Planté el manzano prohibido en el centro de mi mundo y coloque allí a los que más quería. Me dí cuenta tarde de las amistades perdidas y no porque fuera más madura sino porque muchas estaban podridas. Jodida, tiré las manzanas que sobraban en mi vida. Mmm.. querida, ¿sabes lo que hago yo con tus gusanos?
Te los meto por el a... ¡no! eso sería una rima facil y no me rebajo a tu nivel, para insultarte te hablo de lo que esta bajo la piel...

miércoles, 18 de agosto de 2010

Realmente.


Tranquilamente dejo que el aire de poniente me lleve,
despacito junto a la marea, en la ola que venga,
me fumo la espuma.. ya no pienso en porque no llegas.
Polizón sin barco ni puerto,
en el muelle de mi corazón hace tiempo que no hay movimiento.
Se llenó mi alma de sal y ahora solo pienso en navegar,
navegar en mi mente sin distancia ni mar,
solo entre el silencio y la libertad.


lunes, 28 de junio de 2010

De nada.


Mi intención no fue matarlo, más bien perdonarle la vida. Nunca vi a la muerte como un castigo, ni siquiera como el final de nada. Quizá como la salvación del alma y el regalo de la vida eterna. Deberías de estarme agradecido, lo salve de si mismo. Además procuré que sufriera. Aquel a quien se le apaga la vida sin haber sentido todo, muere vacío… y eso si que es horrible

viernes, 25 de junio de 2010

Suave.


Piel, tacto, caricia, el sabor de tus manos me vicia.
Ven, toca, choca tu lengua contra mi boca.
Suspiros, jadeos, háblame primero y cuéntame con los dedos.
Desliza, con ternura, tus labios por mi cintura.
Acaricia mi alma.
Araña, tira y desgarra,
Desplaza, delicados besos, sobre mi espalda.

jueves, 17 de junio de 2010

Te echo de menos.


Hoy me he acordado de ti al oír esa canción que tarareabas en el autobús el día que nos conocimos. Pero también lo hice ayer al pasar por ese sitio escondido en medio de la gran vía. Aquel tejado donde nos tumbábamos a hablar de estupideces y a bebernos juntos las noches. "Cuatro de la mañana, donde siempre, no llegues tarde". Siempre llegaba un minuto antes y tú uno después. Entonces me contabas mil historias sobre el mundo, el universo.. y las estrellas. Te asegurabas de que me aprendiera los nombres de cada una de ellas; "Algún día te las regalaré todas, tendrás que saber como se llaman, ¿no crees?" .Cada noche, inventabas nuevos nombres diferentes para cada una; "es imposible que sean las mismas, son tantas..." . Creo recordar que nunca llegaste a repetir ninguno excepto, claro, el de la estrella más brillante del cielo, aquella que siempre, pudieras verla o no, estaba ahí, Ihintza. No llegue a decirte que capella, hamal, betelgeuse, espiga y sirio eran los verdaderos nombres de esas estrellas, que siempre eran las mismas y que Ihintza, era en realidad un planeta llamado Venus.
Me gustaba más tu mundo que el que yo conocía.
También sé que me acordaré de ti esta noche. Un minuto antes de dormirme, cuando espere oír tu típico "hasta ahora" antes de cerrar los ojos.
Mmm.. me acuerdo de ti cuando veo guitarras, solo guitarras. Me recuerdan a las tres de la tarde en el malecón. A como rasgabas las cuerdas acariciando cada uno de mis sentidos. Me acuerdo de ti cuando escribo, siempre que escribo. Y me acuerdo de cuando me pedías que te escribiera cualquier tontería... Me parecía una estupidez. Podrías haberte quedado con todos mis textos ya que todos y cada uno de ellos se habían inspirado en ti. (Esa es otra de las cosas que no te dije). Me acuerdo de ti cuando las cosas no van bien y no te tengo para que me cambies a verde los días. Me acuerdo de ti, SIEMPRE, que alguien me dice te quiero; "Yo no te quiero, te aguanto" pero...."Te quiero aguantar siempre". Y entonces es cuando me acuerdo de todo lo que te he podido querer y de lo que te quiero. Y no consigo comprender porque no recuerdo habértelo dicho.
(...)

domingo, 6 de junio de 2010

Happiest.


Todos los locos estan sorprendentemente dotados para controlar su mente, que quieren ver, que quieren saber, que quieren creer, que quieren oir. Pueden cambiar radicalmente de una realidad a otra. Vivir felizmente su fantasía.

Asi que, bendita locura la mia..

miércoles, 2 de junio de 2010

Lluvia..

Miré al cielo al tiempo que aceleraba el paso. Si esta era la típica tormenta de verano, tardaría menos de media hora en desaparecer. Llegue al poco rato e instantáneamente aspiré con toda la profundidad que permiten unos pulmones humanos. Sonreí drogada. Me encanta el olor a hierba mojada. Me encanta el sabor amargo de una gota entre mis labios, la calma que se respira, el sonido hipnótico de la lluvia al caer.
El olor a Verde. Me encanta el olor a Verde. Me aleje del bullicio de gente que corría de un lado a otro huyendo de la lluvia, (creo que nunca entenderé esa reacción de la gente, ¿Por qué huyen? Es solo agua) y me dirigí a Mi sitio. En realidad, Nuestro, más bien tuyo. Pero bueno, no creo que te importe que lo siga usando. Me senté cómodamente sobre la hierba y me dispuse a buscar algo interesante. Alguien interesante. Pasee la mirada distraída entre la serie de rostros que se iban sobreponiendo encima de las imágenes diluidas que quedaban de las caras de los que acababan de pasar. Y entonces apareciste tú.
Eras tan normal, tan típico, tan… corriente. Y supongo que eso fue lo que llamó mi atención la primera vez que nos conocimos. Que no fueses diferente. Hay tanta gente que lo es, que en mi opinión el hecho de serlo ya es algo común. Tarde poco tiempo en darme cuenta de quien eras. Te hubiera reconocido en cualquier parte, la verdad. No hizo falta ni que me mirases. Sabía como lo harías. Directamente a los ojos, como siempre.

lunes, 24 de mayo de 2010

Finito.


Trece cosas que nunca supiste de mí.
Que nunca intenté mostrarte.
Pero que, ingenuamente, esperaba y deseaba
que descubrieras por tu cuenta.
Eran tan sencillas, tan obvias, tan mías.
Creí que fuera posible que al mirarme no necesitaras
más palabras que las que te gritaban mis ojos.
Pero los tuyos eran ciegos y los míos, con el tiempo,
se fueron quedando mudos.

domingo, 16 de mayo de 2010

Disturbia.


Miré con apego en lo que me había convertido.
No pensaba criticar mi nuevo aspecto, ni preguntar por
el cúmulo de imágenes que se agolpaban en mi mente.
Imágenes desagradables de las que no recordaba
haber sido participe, lo que me hacía pensar que
serían producto de mi imaginación.
Aun que el hecho de que estuvieran ahí,
hacía que dudara de mi benevolencia y de que, de
esas escenas sangrientas, yo no hubiera sido la protagonista.

Entorne los ojos y me centré en uno de esos recuerdos,
segundos después me encontraba a las entradas de
un laberinto formado por
una fila interminable de setos verdosos.
Sonreí irónicamente.
-¡Oh, vaya! ¿Cómo he podido llegar hasta aquí?-

Me deslice silenciosamente dentro del laberinto
y caminé ausente paseando ambas manos por
la superficie del seto.
Cada cierto tiempo paraba unos segundos
y con invisible resignación
comenzaba a andar de nuevo.
En una de mis paradas tropecé con un espejo.
Miré por segunda vez en ese día,
mi recién estrenada apariencia.
Vestía un traje liviano de color blanquecino,
que hacía contraste con el frío helado que se
deslizaba entre los pasadizos del laberinto.
Mi cabello oscuro caía formando ondas rebeldes
hasta la mitad de mi espalda y estaba ornamentado
con una corona de rosas marchitas cuyos pétalos
ennegrecidos se desprendían y esparcían por doquier
entre mis cabellos.
Los ojos ojerosos, los labios amoratados y las manos…
¿Eso era sangre? Miré ensimismada la sangre
que se resbalaba entre mis dedos
y caía pesadamente sobre mi vestido..

Volvía a comenzar la pesadilla.

Él.


Un suspiro, un susurro, no me sueltes, un segundo,
mil ralladas, siete gritos, un te quiero, no lo creo, calma..
Su voz en mi cabeza, una queja, su olor,
pedir perdón me da pereza.
Que me deje muda, desnuda con dos palabras,
que me quiera y que nunca me reproche nada,
que no me entienda..
Que tenga lo que quiera y no quiera lo que tenga,
que me aguante..un instante.
Saborear con los dedos el placer absoluto,
mi vida por su saliva y un canuto.

viernes, 14 de mayo de 2010

Amanecer.


-Oh no, oh no, ¿qué hago yo aquí?
-¿Cómo qué que haces aquí? ¿No te acuerdas?
-¡Claro que me acuerdo! Cenamos pizza.
-Sí.
-Tomamos algo y fumaste no se qué..
-Sigue.
-Salimos y estaba lloviendo.
-Sí, y te mojaste- Puntualizó.
-Mmm..
-Te quitaste la ropa.
-¡Pero, me dejaste unos pantalones!
-Nunca llegaste a ponerte esos pantalones..
-¡CALLA!
-Sabes lo que ha pasado, no entiendo porque lo niegas
y menos de que te quejas exactamente. Lo queríamos los dos.
-¡CALLA, CALLA!
-Y fue... increíble.
-ESTAS MINTIENDO, ¡AQUÍ NO HA PASADO NADA!
-Me quieres..
-¿PERO QUÉ DICES? Yo le quiero a él.
-Eso no decías anoche, decías que me querías y que estaríamos juntos para siempre.
-¡Dios mio! Anoche no estaba borracha, ¡ESTABA LOCA!
-¿Se lo dirás?
CÁLLATE!
-Te odiara por esto..
-¡NO! ¡MENTIRÉ! ¡MENTIRÉ, MENTIRÉ, MENTIRÉ! y TÚ me vas a ayudar..
-Dáme una razón.
-Que.. te quiero.
- Eso no te va a funcionar conmigo.
No sabes lo que significa esa palabra, ni siquiera has llegado a sentirla.. Estoy harto de que me llenes la cabeza de mentiras, así que esta vez vas a tener que afrontar las consecuencias de tus errores sola, ¿comprendes?
-Que me quieres- Rectifique con una sonrisa seca.
-Te odio.
-¿Me ayudaras?
-...
-¿Y bien?
-¿No lo hago siempre?

Ella.



Me gusta.. Me gusta porque es impredecible. Pero.. no de esas personas que por el hecho de ser impredecibles sabes exactamente lo que van a hacer. No, ella no. Ella es rara.
Soy única, me dijo una vez. En ese momento no la creí y ella supo que le mentía. Siempre he mentido con una facilidad sorprendente, con elegancia, incluso.
Pero ella siempre sabia descodificar cada una de mis silabas y desmoronar mis argumentos pieza por pieza. Siempre lo hacia. Y ella lo odiaba, ella odiaba que le mintiese. Y yo.. yo lo hacia constantemente. Un día desapareció. Esos ojos, esos ojos llenos de ese.. algo, esa sonrisa alegre, transparente, sin un solo complejo, todas esas maneras, respuestas, susurros y gestos se apagaron. Se esfumaron. Sin más. Todas esas cosas que pensaba que tenia bajo control y de las cuales podía prescindir en el mismo momento en el que yo lo desease, se volvieron en mi contra y me encontré con un No rotundo y una soledad absoluta. Todo esto desbarato mi vida al completo, obviamente. Yo, el típico Don Juan, el mujeriego, el que nunca había sufrido, pensado, necesitado, ni querido a ninguna mujer... ahí estaba. Noche tras noche agarrado a lo único que me quedaba de ella, como si mi vida, mi existencia y mi felicidad dependieran de ello. Su bufanda. Maldita bufanda que después de seis años sigue oliendo a ella. Oliendo igual que el primer día que nos conocimos. Tanto tiempo llevo auto convenciéndome de que ella se acuerda de mi.. Pero no ¡que va! ella nunca fue así. Puede que quizás, llegara a quererme, ¿Que digo? ¡Claro que me quiso! Ella nunca malgastaba su tiempo, con nada, con nadie. Todo lo hacia por una razón, si no, no tenia sentido. Y se marcho porque yo carecía de razones para retenerla. Y realmente le daría igual, a ella le daría igual porque nadie era, es, o sera suficientemente importante como para pararle la vida, como para hacerla retroceder. Todo le resbala, le pesa.. si, pero no le importa. Prefería vivirlo todo a esperar un nada. Prefería una simple sonrisa a preocuparse de mi y de mis mentiras. Mmmm.. Sabia sacarle el lado bueno a todo. Yo era mejor con ella. Me encantaría ser como ella. Es mas, estoy seguro que de toda la gente que hay en el mundo, es la única persona que desearía conocer dos veces.

Lililies.


Que la gente no entiende, que prefiera ir volando a caminando.
Que me guste ser libre.
Que yo no busco nada más que divertirme.
Pasar buenos momentos e irme sin despedirme.
Que será que no he encontrado a nadie que consiga derretirme.
Para que mentirme..
Pero por eso mientras, prefiero vivir al límite,
sin preocupaciones, sin tener que decidirme.


Quiéreme trece.


Quiéreme brutal, quiéreme naturalmente,
quiéreme ahora, o siempre,

pero ni tanto, ni obviamente,
quiéreme ciego, quiéreme loco, demente,
quiéreme hasta clavarme los dientes,
quiéreme adolescente, semanalmente te quieros
no muy convincentes, quiéreme ardiente,
convénceme haciéndome cosas diferentes, indecentes,
no quieras meterte dentro de mi mente, quiéreme indiferente,
sonríe y luego asiente verás como me resulta atrayente,
quiéreme sin expectativas,
no quiero ser la que tus sueños arruina, violentamente,
es alucinante traspasar tus pupilas ¿por qué me miras?,
no soy yo la que contaminó tu vida a mentiras, en carne viva,
quiéreme con impotencia hasta gritar y
desgarrar los hilos de tu propia conciencia,
quiéreme dependente, deprimente,
quiero ser la herida de la que quieras desprenderte,
inútilmente, quiéreme a solas, completamente,
quiero más de lo que me quieres ahora, sinceramente.