Un lugar encantado donde ellos nunca puedan llegar o donde transiten eternamente sin darse cuenta.

La vida silabeando.

-Exactamente, ¿Cuándo perdiste la cabeza? - Mmm, hace 3 meses. Una mañana me levante casado con una piña....¡Un espanto de piña! Ah.... pero yo la quería.



domingo, 16 de mayo de 2010

Disturbia.


Miré con apego en lo que me había convertido.
No pensaba criticar mi nuevo aspecto, ni preguntar por
el cúmulo de imágenes que se agolpaban en mi mente.
Imágenes desagradables de las que no recordaba
haber sido participe, lo que me hacía pensar que
serían producto de mi imaginación.
Aun que el hecho de que estuvieran ahí,
hacía que dudara de mi benevolencia y de que, de
esas escenas sangrientas, yo no hubiera sido la protagonista.

Entorne los ojos y me centré en uno de esos recuerdos,
segundos después me encontraba a las entradas de
un laberinto formado por
una fila interminable de setos verdosos.
Sonreí irónicamente.
-¡Oh, vaya! ¿Cómo he podido llegar hasta aquí?-

Me deslice silenciosamente dentro del laberinto
y caminé ausente paseando ambas manos por
la superficie del seto.
Cada cierto tiempo paraba unos segundos
y con invisible resignación
comenzaba a andar de nuevo.
En una de mis paradas tropecé con un espejo.
Miré por segunda vez en ese día,
mi recién estrenada apariencia.
Vestía un traje liviano de color blanquecino,
que hacía contraste con el frío helado que se
deslizaba entre los pasadizos del laberinto.
Mi cabello oscuro caía formando ondas rebeldes
hasta la mitad de mi espalda y estaba ornamentado
con una corona de rosas marchitas cuyos pétalos
ennegrecidos se desprendían y esparcían por doquier
entre mis cabellos.
Los ojos ojerosos, los labios amoratados y las manos…
¿Eso era sangre? Miré ensimismada la sangre
que se resbalaba entre mis dedos
y caía pesadamente sobre mi vestido..

Volvía a comenzar la pesadilla.

2 comentarios:

  1. Muchiiisimas gracias , me alegro de que te guste . Además me gusta mucho el texto :) es tuyo?

    Te sigo;)

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