Un lugar encantado donde ellos nunca puedan llegar o donde transiten eternamente sin darse cuenta.

La vida silabeando.

-Exactamente, ¿Cuándo perdiste la cabeza? - Mmm, hace 3 meses. Una mañana me levante casado con una piña....¡Un espanto de piña! Ah.... pero yo la quería.



lunes, 28 de junio de 2010

De nada.


Mi intención no fue matarlo, más bien perdonarle la vida. Nunca vi a la muerte como un castigo, ni siquiera como el final de nada. Quizá como la salvación del alma y el regalo de la vida eterna. Deberías de estarme agradecido, lo salve de si mismo. Además procuré que sufriera. Aquel a quien se le apaga la vida sin haber sentido todo, muere vacío… y eso si que es horrible

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