Trece cosas que nunca supiste de mí.
Que nunca intenté mostrarte.
Pero que, ingenuamente, esperaba y deseaba
Pero que, ingenuamente, esperaba y deseaba
que descubrieras por tu cuenta.
Eran tan sencillas, tan obvias, tan mías.
Eran tan sencillas, tan obvias, tan mías.
Creí que fuera posible que al mirarme no necesitaras
más palabras que las que te gritaban mis ojos.
Pero los tuyos eran ciegos y los míos, con el tiempo,
se fueron quedando mudos.
ஹ
muy lindo tu texto!
ResponderEliminary muy cierto :)