Un lugar encantado donde ellos nunca puedan llegar o donde transiten eternamente sin darse cuenta.

La vida silabeando.

-Exactamente, ¿Cuándo perdiste la cabeza? - Mmm, hace 3 meses. Una mañana me levante casado con una piña....¡Un espanto de piña! Ah.... pero yo la quería.



viernes, 14 de mayo de 2010

Ella.



Me gusta.. Me gusta porque es impredecible. Pero.. no de esas personas que por el hecho de ser impredecibles sabes exactamente lo que van a hacer. No, ella no. Ella es rara.
Soy única, me dijo una vez. En ese momento no la creí y ella supo que le mentía. Siempre he mentido con una facilidad sorprendente, con elegancia, incluso.
Pero ella siempre sabia descodificar cada una de mis silabas y desmoronar mis argumentos pieza por pieza. Siempre lo hacia. Y ella lo odiaba, ella odiaba que le mintiese. Y yo.. yo lo hacia constantemente. Un día desapareció. Esos ojos, esos ojos llenos de ese.. algo, esa sonrisa alegre, transparente, sin un solo complejo, todas esas maneras, respuestas, susurros y gestos se apagaron. Se esfumaron. Sin más. Todas esas cosas que pensaba que tenia bajo control y de las cuales podía prescindir en el mismo momento en el que yo lo desease, se volvieron en mi contra y me encontré con un No rotundo y una soledad absoluta. Todo esto desbarato mi vida al completo, obviamente. Yo, el típico Don Juan, el mujeriego, el que nunca había sufrido, pensado, necesitado, ni querido a ninguna mujer... ahí estaba. Noche tras noche agarrado a lo único que me quedaba de ella, como si mi vida, mi existencia y mi felicidad dependieran de ello. Su bufanda. Maldita bufanda que después de seis años sigue oliendo a ella. Oliendo igual que el primer día que nos conocimos. Tanto tiempo llevo auto convenciéndome de que ella se acuerda de mi.. Pero no ¡que va! ella nunca fue así. Puede que quizás, llegara a quererme, ¿Que digo? ¡Claro que me quiso! Ella nunca malgastaba su tiempo, con nada, con nadie. Todo lo hacia por una razón, si no, no tenia sentido. Y se marcho porque yo carecía de razones para retenerla. Y realmente le daría igual, a ella le daría igual porque nadie era, es, o sera suficientemente importante como para pararle la vida, como para hacerla retroceder. Todo le resbala, le pesa.. si, pero no le importa. Prefería vivirlo todo a esperar un nada. Prefería una simple sonrisa a preocuparse de mi y de mis mentiras. Mmmm.. Sabia sacarle el lado bueno a todo. Yo era mejor con ella. Me encantaría ser como ella. Es mas, estoy seguro que de toda la gente que hay en el mundo, es la única persona que desearía conocer dos veces.

1 comentario:

  1. Eres la única persona que desearía conocer dos veces.

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